Los ascensores y los demás aparatos elevadores son el principal medio que tienen las personas con discapacidad de salvar los desniveles verticales. Las escaleras son obstáculos a menudo infranqueables, y no todos los desniveles pueden resolverse mediante rampas.
Para permitir que los ascensores y otros medios de elevación sean accesibles a todos los usuarios, han de cumplir una serie de requisitos. En el caso en el que existan varios ascensores, por lo menos uno ha de ser accesible.
En aquellos edificios en los que no sea obligatorio por normativa la instalación de un ascensor, si se opta por no instalarlo es recomendable prever su futura instalación, reservando para ello un espacio en cada planta (con estancias dedicadas al almacenaje o cuartos de limpieza, por ejemplo) de manera que no afecte a la distribución del edificio, y dejando los elementos estructurales preparados para recibir esa instalación.
NOVEDAD Es importante tener en cuenta la NUEVA DIRECTIVA EUROPEA DE MAQUINARIA 2006/42/CE, APLICABLE A PARTIR DEL 29 DE DICIEMBRE DE 2009, y que afecta a todo tipo de aparatos elevadores: ascensores, salvaescaleras, plataformas, etc.
Descargar en PDF. Los equipos prescritos han de cumplir esta normativa.
El itinerario de los usuarios hasta el ascensor ha de ser accesible desde cualquier punto. Las zonas a las que dé servicio el ascensor también han de serlo. No tiene sentido que un ascensor accesible lleve a lugares en los que usuario no pueda desenvolverse.
Delante de la entrada del ascensor se requiere un espacio libre de maniobra en el que se pueda inscribir un círculo de 1,50m de diámetro. Este espacio estará situado enfrente de la puerta del ascensor.
La zona de embarque se señalizará mediante bandas de pavimento diferenciado en color y textura, de 100cm de longitud y del ancho de la puerta.
La puerta de la cabina del ascensor tendrá un hueco útil de 85cm, para permitir el paso a cualquier usuario.
En todas las plantas, al lado de la puerta del ascensor se colocará una placa identificando la planta en la que se encuentra y el botón de llamada. La información se presentará en altorrelieve y en Braille. Este botón estará situado en una placa de unos 10x10cm, y será fácilmente detectable al tacto. Sus colores deberán contrastar para facilitar su localización. Estará colocada a una altura entre 90-120cm desde el suelo. Su diseño tendrá las mismas características que la botonera del ascensor.
En el caso de edificios de acceso público es conveniente colocar cerca de la puerta un plano o directorio con los distintos espacios que se encuentran en esa planta.
Las dimensiones de la cabina dependerán de la ocupación del edificio, pero podemos considerar unas dimensiones mínimas para que el ascensor pueda ser utilizado por personas con discapacidad.
La cabina del ascensor tendrá como mínimo las siguientes dimensiones para que sea considerado como “adaptado”: profundidad 140cm, ancho 110cm.
Un ascensor considerado como “practicable” tendrá las siguientes medidas mínimas: profundidad 120cm, ancho 90cm, con un hueco de entrada útil de 80cm.
Si el ascensor posee dos puertas situadas en ángulo (no enfrentadas) las dimensiones de la cabina han de permitir el giro de una silla de ruedas, por lo que tendrá unas dimensiones mínimas de 140x140cm.
La altura de la cabina será como mínimo de 200cm.
El ascensor debería disponer de algún medio de comunicación por voz con el exterior; este teléfono estará situado a una altura accesible (no más de 140cm). Sería recomendable que el ascensor dispusiera de una ventanilla en la puerta, o de un sistema de comunicación con vídeo para poder comunicarse con usuarios con discapacidad auditiva.
Ejemplo de ascensor accesible: barras de apoyo, botonera horizontal alejada de los extremos y con relieve Braille, iluminación no deslumbrante, avisos visual y acústico. Modelo SINERGY con decoración de cabina MILLENIUM. Fuente: ThyssenKrupp Elevadores
En ascensores de itinerarios adaptados, la anchura de la puerta será de 85cm útiles, y su apertura será telescópica, y siempre dispondrá de células fotoeléctricas que detecten la presencia de personas antes de cerrar las puertas, para evitar su atrapamiento.
Es conveniente que estas células estén situadas a distintas alturas, sobre todo pensando en los usuarios de bastones o muletas, ya que puede ocurrir que las puertas se cierren cuando han pasado las muletas y no la persona.
Siempre debe haber un botón de activación de la apertura de las puertas en el interior de la cabina.
Si se trata de ascensores con puertas del tipo “fuelle” habrá que tener en cuenta el espacio ocupado por las puertas plegadas a la hora de determinar las dimensiones útiles de la cabina y del hueco de paso.
En aquellos casos en los que el embarque y el desembarque en el ascensor se realice por puertas distintas, situadas a 90º, las dimensiones mínimas de la cabina serán de 120x120cm para los ascensores practicables, y 140x140cm para los adaptados.
No debe haber un resalte mayor de 1cm entre el suelo de la cabina y el pavimento de cada piso en los que hace parada. El hueco entre la cabina del ascensor y el del pavimento no puede ser mayor de 2cm.
El ascensor debe estar dotado de pasamanos, al menos en alguno de sus lados. El pasamanos estará situado a una altura entre 90-95cm. Tendrá un diseño anatómico, con un diámetro aproximado de 4-5cm y separado como mínimo unos 4cm del paramento de la cabina. También es recomendable la colocación de un banco abatible, para aquellas personas que se fatigan con facilidad o con problemas de equilibrio.
Se debe colocar un zócalo o protección perimetral de unos 30cm de altura, sobre todo en aquellos casos en los que los paramentos sean de cristal, para evitar golpes contra ellos.
Si se colocan espejos, su parte baja estará a unos 90cm o menos, para que puedan verse en ellos los usuarios de silla de ruedas.
La botonera estará colocada entre 90-120cm desde el suelo, y estará separada unos 40cm de las esquinas de la cabina, para que los usuarios de silla de ruedas puedan acceder fácilmente a ella. La distribución de los botones será regular, con el número en altorrelieve y con la información en Braille. Los botones serán fáciles e detecta de manera individual, con un tamaño no inferior a 2cm de diámetro. Son preferibles los sistemas de presión a los de sensores térmicos; el botón debe avisar de alguna manera de que ha sido pulsado correctamente (iluminándose y emitiendo algún chasquido).
Los botones de parada de emergencia y el de alarma estarán situados en la parte más baja, para asegurarse de que todos los usuarios pueden llegar a ellos, y serán de tamaño y color distintos al resto de botones.
Si el número de botones no es excesivo, se recomienda su disposición en horizontal, para que ninguno de ellos quede demasiado alto.
La información sobre paradas y apertura o cierre de puertas deberá ser visual y también auditiva, para atender a las necesidades de las personas con discapacidad visual y auditiva.
El pavimento de la cabina será continuo y antideslizante, tanto en seco como en mojado. Sobre el pavimento no se debe colocar elementos sueltos, como alfombras o moquetas, por el riesgo de deslizamiento.
El nivel de iluminación de la cabina será de 300lux como mínimo.
Dentro de este apartado nos referimos a las plataformas de elevación vertical, que permiten salvar desniveles de varios metros.
En cuanto al diseño, algunas son semejantes a un ascensor, con la diferencia de que casi no necesitan foso (apenas 15cm o menos). Otras plataformas, para alturas menores, consisten en una base y unas protecciones laterales a media altura.
En aquellos casos en los que no puede realizarse foso, se dispone de una pequeña rampa abatible para acceder a la plataforma.
Su funcionamiento normalmente es mediante un motor hidráulico, accionado por corriente eléctrica. En cuanto a capacidad deben soportar el peso de una persona usuaria de silla de ruedas eléctrica (una sila eléctrica con sus batería puede tener un peso de 60-70 kg o más) y un acompañante. Lo recomendable es una capacidad de carga de por lo menos 225kg, La futura normativa europea que regulará estos aparatos indica como capacidad mínima de carga 250kg.
Los controles de la plataforma estarán situados de manera que puedan ser accionados por el usuario desde la silla de ruedas. También se colocarán mandos fuera de la plataforma, en las zonas de embarque y desembarque, que permitan controlar la plataforma desde el exterior.
Existen modelos para interior y para instalar a la intemperie. Delante de la puerta de entrada hemos de dejar una zona libre igual a la que dejaríamos delante de un ascensor.
Hay que tener en cuenta que se necesita proteger el foso para evitar caídas o aplastamientos al descender la plataforma. La plataforma debe contar con elementos de protección del hueco en las zonas de embarque y desembarque, para evitar caídas cuando la plataforma no se encuentre en ellos.
El elevador deberá estar equipado con dispositivos anticizallamiento delante y bajo la plataforma. Además deberá existir un botón de parada de emergencia.
Dentro de este apartado incluimos las ayudas técnicas utilizadas para salvar tramos de escaleras.
Podemos englobarlas en dos tipos: las plataformas montaescaleras y las sillas salvaescaleras.
Ambos tipos necesitan de una guía que se fija en la barandilla interior de la escalera; a esta guía se fija la silla o plataforma. La escalera en la que se instala ha de tener ancho suficiente, aproximadamente 1,05m y la meseta en la que desemboquen tendrán una zona libre de 1,20m de diámetro.
En cuanto a capacidad deben soportar el peso de una persona usuaria de silla de ruedas eléctrica (una sila eléctrica con sus batería puede tener un peso de 60-70 kg o más) y un acompañante. Lo recomendable es una capacidad de carga de por lo menos 225kg, La futura normativa europea que regulará estos aparatos indica como capacidad mínima de carga 250kg.
Los controles del salvaescaleras estarán situados de manera que puedan ser accionados por el usuario fácilmente. También se colocarán mandos fuera de la plataforma, en las zonas de embarque y desembarque, que permitan controlar el salvaescaleras desde el exterior.
En edificios de uso público, el ancho de la escalera será igual o mayor a 210cm para prever el uso simultáneo del elevador y el paso de personas a pié.
El sistema de funcionamiento puede ser hidráulico (para recorridos rectos) o mecánico (por arrastre, para recorridos con tramos de distinta pendiente o giros).
Las plataformas constan de una bandeja plegable que hace de base y una protección lateral abatible. Cerrada ocupa unos 30-40cm de ancho. Normalmente sólo pueden transportar a una sola persona.
Los controles de la plataforma estarán situados de manera que puedan ser accionados por el usuario desde la silla de ruedas. También se colocarán mandos fuera de la plataforma, en las zonas de embarque y desembarque, que permitan controlar la plataforma desde el exterior.
La propia plataforma incorpora el motor, aunque existen modelos en los que el motor está exento y se sitúa en un extremo de la guía.
A la hora de proyectarlas, hay que tener en cuenta la manera en la que se efectúa el embarque y el desembarque, y dejar suficiente espacio libre para la plataforma y para el usuario.
El embarque y el desembarque han de efectuarse siempre en la misma dirección, ya que no hay suficiente espacio en la plataforma para que pueda girar una silla de ruedas.
El equipo tendrá dispositivos anticizallamiento y antiaplastamiento en la parte inferior de la plataforma, así como un botón de parada de emergencia.
Este tipo de ayuda técnica no está pensada para los usuarios de sillas de ruedas, sino para aquellas personas que aunque son capaces de caminar, lo hacen con dificultad o fatiga.
En este caso, en vez de una plataforma, lo que se acopla a la guía es un asiento con sus correspondientes elementos de seguridad. Normalmente están equipados con respaldo, reposabrazos, reposapiés abatible y cinturón de seguridad.
Es recomendable que el asiento sea giratorio, para facilitar el embarque y el desembarque.
El salvaescaleras deberá contar con dispositivos anticizallamiento en aquellas partes susceptibles de provocar daños, como el marco de la silla o el reposapiés.
Existen modelos en los que hay la opción de desplazarse de pié además de sentado.
Las grúas cenitales se instalan en espacios de dimensiones reducidas en los que resulta difícil la instalación de una plataforma.
El sistema se compone de una guía o riel anclado al techo o a una subestructura firme. De esta guía se suspende una serie de arneses, cinchas, o plataformas, según las condiciones de movilidad del usuario.
La grúa podrá funcionar manualmente cuando se produzca un fallo eléctrico o de suministro.
Estas rampas o pasillos rodantes han de tener una velocidad no superior a 0,6m/s para permitir que los usuarios con más dificultad para caminar puedan acceder y salir de ellos sin riesgos.
En el caso de las rampas automáticas se permite una pendiente mayor a la de la rampa normal (ya que el esfuerzo que realiza el usuario es mucho menor). De todas maneras no se aconseja superar el 10% de pendiente.
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