Para garantizar la accesibilidad de una playa, primero tenemos que comprobar la accesibilidad de sus accesos:
También deben ser accesibles los itinerarios a otras instalaciones de ocio o de servicio de la playa: terrazas, restaurantes, aseos públicos, vestuarios, cabinas… No se trata sólo de que los usuarios con discapacidad puedan disfrutar del sol o del baño, sino que además han de poder participar de la interacción social que se produce en estos lugares.
El pavimento de los paseos, escaleras y rampas debe ser antideslizante. En el caso de las pasarelas de madera, esta característica puede mejorarse dejando sin cepillar la parte de la tabla sobre la que se pisa.
Los paseos elevados y las rampas contarán con pasamanos o barandilla a ambos lados, con doble pasamanos a dos alturas prolongándolos en los extremos 45-50cm, y con rodapié como elemento de protección y a la vez de guía para usuarios de ayudas técnicas o con discapacidad visual.
El mobiliario y otros equipamientos de la playa (papeleras, sombrillas, bancos, duchas…) no interferirá en los recorridos.
Se debe proyectar uno o varios itinerarios accesibles sobre la playa. Estos itinerarios suelen realizarse con tablas de madera tratada. En aquellos tramos por encima de la línea de pleamar estos caminos estarán firmemente anclados al suelo; en los tramos por debajo de la línea de pleamar se recurrirá a otros mecanismos no fijos que permitan llegar al borde del agua.
El ancho recomendable de estas pasarelas es de 180cm, para permitir el paso de dos usuarios de sillada ruedas a la vez. Como mínimo el ancho será de 120cm. La separación entre las tablas será inferior a 1,5cm.
Estos itinerarios accesibles conectarán los distintos servicios existentes en la playa: duchas, aparcamiento, terrazas, aseos,…
Para poder disfrutar de un baño en el mar, el primer paso es disponer de un itinerario sobre la playa que lleve hasta la orilla. Las características de este itinerario han sido vistas en el apartado anterior.
Una manera de permitir el nado en el mar a usuarios con discapacidad visual es mediante una línea de boyas de color llamativo, con boyas colocadas cada 3 o 4m aproximadamente y numeradas con números grandes y en braille. Esta línea de balizas y estos números sirven para indicar al usuario la distancia a la que se encuentra de la orilla.
Existen equipamientos, como las sillas de ruedas y las muletas anfibias, que permiten que los usuarios con problemas de movilidad puedan disfrutar del baño en el mar.
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